En el distrito de Lagunas seguimos trabajando con
algunas comunidades el tema de manejo de recursos naturales, gracias también al apoyo de Padre Robert de la
Parroquia de la Inmaculada Concepción y al trabajo del facilitador Darwin
Caritimari Murayari. En la semana que va del 9 al 14 de Noviembre nos hemos
acercado a las comunidades de 7 de Junio,
Esperanza y Arahuante, para continuar trabajando el plan de desarrollo territorial que cada una de ella tiene.
Desde Lagunas, surcando el rio Huallaga, a media
hora de peque-peque de la ciudad de Lagunas se encuentra la comunidad de 7 de
Junio. Esta comunidad está ubicada
al costado de un hermoso lago, conocido con el nombre de Lago Lagunas, compuesta
por un pequeño número de moradores que son muy comprometidos para mejorar sus
condiciones de vida y proteger los recursos naturales que tienen.
Los moradores de 7 de Junio en su planificación
territorial habían decidido impulsar el turismo rural en su comunidad. Por
eso, el personal de la Pastoral de la Tierra ha brindado una capacitación en
ese tema. Se ha empezado preguntándoles cuál es su idea de turismo y que
conocimientos tienen, para de ahí dar más informaciones sobre que es el turismo
sostenible, que tipos de turismo existen, como es el turista y que necesidades
tiene, que beneficios puede brindar el turismo a la comunidad y otros temas de
interés.
Las potencialidades del lugar son muchas y la
comunidad tiene bien claro cuáles son los sitios y las actividades (paseo por
el lago, pesca, capinural, campamento, lupuna gigante) que quieren proponer en
su plan turístico. Hay algunos elementos claves que faltan todavía, pero el
proceso recién está empezando y a través del asesoramiento y acompañamiento continuo,
la comunidad logrará manejar aprovechar de manera sostenible sus recursos,
entre ellos el lago Lagunas.
El camino hacia el turismo rural comunitario de manera
autónoma ha empezado. Los comuneros son muy unidos y entusiastas. Ellos son
conscientes de las potencialidades del lugar y también del compromiso,
trabajo y esfuerzo que son necesarios para poder lograr el objetivo común.
Tomando el peque-peque en dirección opuesta, a una
hora de bajada desde Lagunas, donde el rio Aipena se une con el Huallaga, se ubica
la comunidad de Esperanza. Los primeros en acoger a los visitantes a
este lugar encantador, son los bufeos que se acercan curiosos a las
embarcaciones.
La belleza y los recursos de la zona atraen no solo a
los visitantes más pacíficos, sino también a personas que tienen la intención
de aprovecharse de lo que la naturaleza ofrece sin tener en cuenta los derechos
de la comunidad. Esta comunidad se encuentra expuesta a los intereses de
diferentes actores externos y por eso corre varios riesgos.
Por ejemplo, son muchos los pescadores que sin permiso
se adentran en el rio Aipena y en las quebradas de la zona para explotar los
recursos pesqueros de la zona. Para resolver este problema de la pesca
indiscriminada, la población de la comunidad ha decidido constituirse en una
asociación de pescadores y están muy interesados en el tema de manejo de
cuencas de agua.
La comunidad también es muy rica en algunos árboles
maderables, como la capirona, que son la codicia de algunos madereros de la
zona, que ofrecen precios irrisorios para su compra y, que de ninguna manera benéfica
de manera adecuada a la comunidad.
Desde la Pastoral de la Tierra se les ha brindado la
información sobre el adecuado manejo de los recursos forestales y sobre la
nueva ley forestal, que se aplica a partir del 1 de Noviembre, y para que
eviten la destrucción de sus riquezas por parte de aquellos que se afanan en
sacar ventajas con sus recursos.
Los comuneros en las últimas semanas han recibido la
propuesta de un empresario de destinar una parte del territorio comunal para
construir un mirador turístico en la zona. Por ello, han pedido que la Pastoral
de la Tierra dado que a ellos les gustaría impulsar el turismo rural.
Se les ha así brindado algunas informaciones básicas
sobre turismo rural comunitario (dejándoles la misma guía informativa creada
para 7 de Junio, para que la lean en sus casas) a manera de que sean ellos los
empresarios que manejan su espacio y sus recursos.
En la comunidad nativa de
Arahuante ya desde varios meses se viene desarrollando el tema de manejo de
recursos forestales. Los comuneros han establecido de destinar una parte de
sus bosques para la venta de árboles maderables. En la reunión se han
evaluado los avances y las dificultades que se han tenido hasta el momento. Los
comuneros ya han avanzado de manera autónoma diseñando las fajas para dividir
la zona de bosque explotable.
Se les ha capacitado en cómo hacer el censo forestal y algunos apuntes sobre la
nueva ley forestal. Se ha decidido que el personal de la Pastoral de la Tierra
vuelva a la comunidad a comienzos de diciembre para asesorar en la realización
del censo forestal, mientras tanto la comunidad tendrá que prepararse para esta
capacitación, organizando brigadas de trabajo con roles ya definidos de cada
comunero para el censo forestal.
La comunidad sigue trabajando unida y
motivada. Tienen un poco de prisa para terminar
con todo este proceso y poder llegar al momento de acceder a la concesión y ser
los administradores de su madera con los conocimiento necesarios y sobre todo
tomando el camino legal y limpio que hace tanta falta en la zona.
Eso garantiza que los recursos sean
aprovechados de manera sostenible, que los beneficios sean distribuidos de
manera justa entre los comuneros y sobre todo les permite empoderarse de
conocimientos y derechos.